Darth Vader es el antagonista principal de la saga de Star Wars. Su nombre original era Anakin Skywalker, hijo de Shmi Skywalker quien le concibió sin padre.
El maestro Jedi Qui-Gon Jinn lo descubrió muy joven en un arribamiento a Tatooine, percibiendo su enorme poder y grandes cualidades. Lo presentó ante el Consejo Jedi que al principio rechazó su ingreso, especialmente el maestro Yoda, porque era mayor de la edad reglamentaria (que exigía la inocencia pura de sus ingresantes) y ya había adquirido la influencia negativa natural de su edad (como el temor a la separación de su madre). Según Yoda tenía el perfil para desviarse posteriormente hacia el Lado Oscuro de la Fuerza.
Sin embargo, Qui-Gon Jinn persuadió al consejo para ingresar a Anakin, quien se convirtió en un prometedor aprendiz Jedi y; posteriormente en un prominente Jedi.
Mientras creció, aumentaban su fuerza y sus poderes, y también su miedo, su ira y sus ansias de poder. Anakin Skywalker pronto cayó en el odio y finalmente en el sufrimiento. Su prohibido matrimonio con Padmé Amidala era un secreto muy comprometedor para ambos, los Jedi no querían reconocer su valía a pesar de sus méritos y, sin embargo, el Canciller Supremo Palpatine mostraba auténtica devoción por él.
Palpatine le nombró su portavoz personal, lo envenenó gradualmente contra los Jedi y lo persuadió para ser su aprendiz. Así Anakin se convirtió en el Lord Sith Darth Vader.
Obi-Wan
Kenobi lo
encontró en el planeta Mustafar
y trató de hacerle recapacitar de retornar al lado luminoso
de la Fuerza. Este
intento acabó con una pelea a muerte
con sus espadas de luz. Al final, Vader resultó mutilado y
chamuscado por su falta de cautela y excesiva confianza. Además,
Obi-Wan conocía a la perfección su estilo de pelea
identificando sus puntos débiles. El nuevo Emperador
ordenó
su inmediato rescate y atención médica. Se le pusieron
prótesis electromecánicas para sustituir su brazo y
piernas cercenadas. Como se lesionó su sistema respiratorio le
integraron un equipo de soporte de vida de funcionamiento continuo y
permanente, que incluía una máscara respiratoria que
debía tener permanentemente, que producía un sonido
tenebroso con cada respiro. El amor que Anakin sentía por
Padmé fue una de las razones clave que lo llevaron a tomar el
camino del lado oscuro, y el Emperador Palpatine,
valiéndose de esto, le informa al nuevo Lord Sith de la muerte
de su amada, culpándolo a él de esta. Así
nació
el monstruoso cyborg, que se portaba más como una máquina
que como un hombre, iracundo, malvado y despiadado. Aún
así,
el poder y la fuerza eran muy intensos en Darth Vader, cuyo potencial
era muy superior al del Emperador y al de cualquier maestro Jedi
conocido.
Para ayudar a su nuevo maestro Palpatine a establecer el Imperio galáctico y provocar la total caída de la República Galáctica, Darth Vader exterminó a todos los Jedis restantes de la Galaxia.
El Nuevo Orden Imperial fue un éxito gracias a Vader, el cual sometió a sistemas estelares completos y arrasó con los mundos que no se subyugaron al Imperio Galáctico. Durante el Imperio, Darth Vader, fue la mano derecha ejecutora del Emperador, usando sus habilidades y su brutalidad para llevar a cabo sus fines.
Tras muchos años de atrocidades estableciendo el férreo control del Nuevo Orden sobre la Galaxia, Vader se convirtió en una figura temida y respetada entre las filas militares del Imperio. No dudaba en ejecutar de forma implacable a sus subordinados, por pequeño que fuera el error e indiferentemente de cuan alto fuera su cargo; hasta tal punto llegaba su ira.
Veinte años después del final de la Guerra de los Clones, y con la aparición de la Alianza Rebelde contra el Imperio, Palpatine dio a Vader la prioridad de aplastarla con los métodos que considerase apropiados. Por su parte, Palpatine esperaba acabar con cualquier movimiento rebelde con la creación de una superarma que implantaría el orden en toda la Galaxia: la Estrella de la Muerte, una estación espacial armada con potencial suficiente para destruir un planeta. Este era el golpe maestro que el Emperador venía desarrollando desde antes de la Batalla de Geonosis. Darth Vader respetaba esta creación, pero no la admiraba, como hacían el resto de altos cargos imperiales.
Pero el Imperio no contaba con el creciente ingenio de la Alianza Rebelde, cuyos agentes consiguieron robar los planos detallados de la estación de combate. Durante su acoso a la rebelión, Vader rastreó dichos planos y los localizó en la corbeta Tantive IV, de la senadora Leia Organa de Alderaan, hija adoptiva del virrey Bail Organa. Interceptó la Tantive IV, con la intención de traer de vuelta a Coruscant los planos de la Estrella de la Muerte, pero Leia se adelantó y los lanzó fuera de la nave. Darth Vader torturó a Leia en la Estrella de la Muerte, sin saber que se trataba de su propia hija, para extraerle la ubicación de la base rebelde, lo cual no consiguió.
Tras la destrucción de Alderaan (como método de sugestión para presionar a Leia en su interrogatorio), Lord Vader se vio satisfecho al descubrir que su viejo maestro, Obi-Wan Kenobi, se había infiltrado en la Estrella de la Muerte. Darth Vader consiguió interceptarlo antes de que el anciano consiguiera escapar. Lo que siguió fue un cruento duelo con espadas de luz, cuyo resultado fue la venganza del Lord Oscuro al abatir a su antiguo maestro. Obi-Wan Kenobi se unió a la Fuerza para permitir la huida de Leia, los planos y sus rescatadores en el Halcón Milenario. Aquello no preocupó demasiado al Sith, que estaba saboreando su venganza.
Esta satisfacción duró poco, ya que los rebeldes lanzaron un ataque con pequeños cazas a la estación, tras encontrar un punto débil en la superestructura. Ante la efectividad de los rebeldes, Vader decidió salir en su propio caza. Tras abatir nave tras nave, Lord Vader se encontró de repente con alguien que estaba utilizando la Fuerza. Perplejo y decidido a abatirlo, Lord Vader no se cercioró de que el Halcón Milenario caía sobre su escuadrón y logró expulsarlo del área de fuego. La Estrella de la Muerte fue destruida, y Lord Vader huyó, rebosante de furia y con el deseo de vengarse martilleándole los pensamientos.
Muy poco tiempo después, Lord Vader descubrió que el autor de la hazaña de destruir la estación respondía al nombre de Luke Skywalker. Su furia se convirtió de repente en obsesión y, con el beneplácito de su maestro, empezó una guerra sin cuartel sistema tras sistema, tratando de encontrar al hijo de Skywalker. Esta revelación hizo cambiar las aspiraciones de Lord Vader: con Palpatine planeó atraer al joven Luke al Lado Oscuro. Pero sus verdaderos planes eran conquistar a su hijo y derrocar al Emperador.
Tras el descubrimiento de la base rebelde en Hoth, Darth Vader y su escuadrón de Destructores Estelares derrotaron a los rebeldes en combate y los obligaron a huir en la sanguinaria Batalla de Hoth. En dicha batalla, vio como el Halcón Milenario, la nave en la que escapó la Princesa Leia y que le abatió años atrás en la Batalla de Yavin, huía del planeta. Vader concluyó que Skywalker debía ir en esa nave. Tras jugar al gato y al ratón con Han Solo, el capitán del Halcón Milenario, Lord Vader recurrió a los servicios de cazarrecompensas para atrapar la dichosa nave. Finalmente, fue Boba Fett quien se cobró la pieza, con lo que Vader capturó a la tripulación del Halcón Milenario en el gaseoso planeta Bespin.
Allí, en la Ciudad de las Nubes, urdió una trampa para atraer a Luke Skywalker y capturarlo. Para hacerlo, obligó al administrador de la Ciudad, Lando Calrissian, a adaptar un congelador de carbono para conservar en estado de hibernación a su presa. Pero antes lo probó con el capitán Solo, quien acabó congelado en carbonita y entregado al cazarrecompensas Boba Fett.
Skywalker cayó en la trampa desde el primer momento, Vader se enfrentó a su hijo en un duelo de espadas de luz en el que derrotó sin mucha dificultad al joven aprendiz. Fue en ese duelo, con un Luke ya derrotado y con una mano amputada, cuando Vader le reveló que él era su padre, y le ofreció la oportunidad de unirse a él y poner orden en la Galaxia. Horrorizado, Luke prefirió arrojarse al vacío antes que unirse a él. La perfecta telaraña de Vader falló y Luke fue rescatado y huyó. Además de tener que buscar a su hijo otra vez por toda la galaxia, Lord Vader tenía otro problema: el príncipe Xizor, (líder de Black sun), estaba interesado en derrocar a Darth Vader y ser el segundo del Emperador. Para ello ideó una estrategia para matar a Luke Skywalker y que Palpatine pensase que la culpa la tenía Vader. El intento falló y el príncipe Xizor, mientras escapaba de Coruscant, fue abatido por un Destructor Estelar mandado por Darth Vader, quien le acusó de alta traición. Mientras, Palpatine ya había dado con la clave para acabar con la rebelión de un solo golpe, con una nueva Estrella de la Muerte, aún en construcción, en orbita alrededor de la luna de Endor. La trampa era hacer que la rebelión envíe a toda su flota, para aniquilarla con el grueso de la Marina Imperial y con una Estrella de la Muerte inacabada pero totalmente armada y en perfecto funcionamiento, y protegida por un blindaje generado desde la luna de Endor.
Palpatine ordenó a Vader supervisar la construcción y "motivar" a la dirección de la superestación para que la finalizasen en el plazo previsto. Una vez que el Imperio lanzó el anzuelo, el propio Palpatine fue a bordo de la estación para presenciar el fin de la rebelión. Ante la sospecha de un que un comando rebelde haya podido llegar a la luna de Endor y entre ellos Luke Skywalker, Vader se dirigió en su busca para así conducirlo finalmente ante el Emperador.
Allí, Luke se entregó a las fuerzas imperiales para tratar de convencer a su padre de que volviese a ser Anakin Skywalker y abandonase el Lado Oscuro. Vader se mostró inflexible y lo llevó a la Estrella de la Muerte, y ante su Maestro.
Lo que aconteció fue un intento por parte de Palpatine para que Luke utilizara su odio y así hacerle caer en el Lado Oscuro. Luke cedió y se enfrentó a Vader. Durante este duelo, Luke renegó y optó por no luchar contra él. Vader trató de examinar sus sentimientos para provocarle la ira necesaria que le corrompiera, y acabó descubriendo que Luke tenía una hermana gemela. Vader no solo tenía un hijo, sino dos, y uno de ellos era Leia Organa.
Vader decidió usar aquello en su beneficio y sugirió a Luke que quizá ella sí que se convertiría al Lado Oscuro. Aquello, hizo explotar a Luke, quien atacó al Lord Oscuro con todo su poder, y con la rabia saliendo de sus entrañas. Darth Vader fue derrotado y esta vez fue él quien perdió la mano. Antes de que su hijo le diera el golpe de gracia, Luke recapacitó y arrojó su espada láser, negándose a convertirse en lo mismo que Vader. Ante esta situación, Palpatine, decepcionado, no tenía más opción que destruir a Luke, ejecutándolo con los poderosos rayos Sith. Vader, malherido, entró en conflicto entre su fidelidad a su Maestro contra sus sentimientos para con su hijo. Aquella situación hizo cambiar a Vader de forma explosiva y sujetó a Palpatine por la espalda y lo arrojó a un pozo de ventilación, matando a su Maestro y salvando a su hijo, cumpliendo así la profecía que rezaba que él era el elegido que acabaría con la sombra de los Sith. El viejo Anakin Skywalker que fue una vez, volvió a surgir.
Pero Palpatine, al ser sorprendido por su discípulo, descargó por reflejo sobre él toda su energía concentrada en descargas Sith. Aquello destrozó su soporte de vida, sentenciando a muerte a Anakin. Luke trató en vano de salvarle, pero era tarde, y el moribundo Anakin quiso ver a Luke con sus propios ojos antes de morir. Emocionado, Anakin confirmó a Luke que había tenido razón sobre él. Con esas palabras, Anakin Skywalker murió, y se unió a la Fuerza.
Luke sacó el cuerpo de su padre de la agonizante estación espacial antes de que estallara, e incineró sus restos en una pira funeraria en la boscosa luna de Endor, como dicta el rito funerario de los Jedi. Así acabó la historia del héroe y del monstruo. En las celebraciones por la caída del Imperio, Luke pudo ver las figuras luminosas de Yoda, Obi-Wan Kenobi, y Anakin Skywalker, adoptando así este último el máximo conocimiento Jedi: volver al mundo material después de haberse hecho uno con la Fuerza.
A partir de la estirpe de Anakin Skywalker, la orden Jedi surgiría nuevamente y protegería la galaxia.
Voolvif Monn
Separados de sus parientes sanguíneos los Jedi de la Antigua República veían a los demás como su familia y establecían con ellos verdaderos lazos de amistad a pesar de estar prohibidas las posesiones. Voolvif Monn tomó la prohibición de posesiones al extremo guardando distancia y teniendo una vida solitaria como Jedi. Por ello, él fue considerado un Jedi misterioso, un enigma indescifrable.
El maestro Jedi Paouoish Rahhdool descubrió a Monn con una fuerte presencia de la Fuerza. Monn era un niño que había sido abandonado en un desolado mundo cerca del cinturón de asteroides de Arah. Su herencia Shistavanen le dio un agudo sentido de la audición y del olfato lo cual hizo de él un excelente investigador. Como Caballero Jedi Monn perfeccionó una rara habilidad Jedi que le permitía utilizar la Fuerza como energía para la defensa.
Monn puso sus habilidades a prueba durante la Batalla de Geonosis de la cual fue uno de los pocos Jedi sobrevivientes.
Poco tiempo después ascendió al rango de Maestro Jedi y fue asignado a una nueva misión. El Consejo Jedi lo envió al planeta Muunilinst junto con Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker. Tras la rendición del Clan Intergaláctico de Bancos, celebró vociferando con sus clones la victoria sobre la Confederación (Confederacy). La balanza de las Guerras Clon se estaba inclinando a favor de la República Galáctica.
Voolvif Monn muere asesinado por sus propias tropas Clon (Clone Troopers) una vez activada la Orden 66.